De Rosario, cuna de la bandera argentina

 

Cuando pensamos en la Argentina, lo más probable es que vengan a nuestra mente la monumental ciudad de Buenos Aires, la afición de sus habitantes por el fútbol, los asados con excelentes cortes de carne y, por supuesto, el tango, aquel baile lleno de arte que a través de sus movimientos sensuales nos habla de lo apasionados que son los porteños por su cultura. Sin embargo, debo reconocer que la Argentina es mucho más que su capital y que al tener la oportunidad de visitar algunas de sus ciudades principales me he encontrado con una riqueza histórica y cultural digna de ser apreciada por todo aquel viajero que busca experiencias auténticas.

Costanera y río Paraná vistos desde el Centro Cultural Parque de España / Abdiel Gallardo

Vista aérea parcial de Rosario / Abdiel Gallardo

Costanera Centro de Rosario / Abdiel Gallardo

Una de las ciudades a las que me refiero es Rosario, la cual comprende -dentro de sus límites políticos- el mayor centro urbano de la provincia de Santa Fe. Ubicada en la región central del país, se constituye como la tercera ciudad más grande de la República Argentina, después de Buenos Aires y Córdoba; esto, a pesar de no ser la capital de la provincia, la cual se halla en la ciudad homónima, Santa Fe.

Esta ciudad tiene el encanto suficiente para sorprender a sus visitantes, tanto nacionales como extranjeros, pues, además de tener una historia fascinante, es el lugar de origen de la bandera albiceleste, y cuna de grandes personalidades argentinas destacadas en las artes y el deporte. Su entramado urbano es muy regular y de trazado cuadricular, en donde el microcentro, área que concentra actividades comerciales, financieras y administrativas, queda definido por dos ejes principales: el Bulevar Oroño que recorre la ciudad de norte a sur y la Avenida Pellegrini que va del este al oeste.

Vista parcial del propileo y escalinata del Monumento a la Bandera / Abdiel Gallardo

Torre y mirador del Monumento a la Bandera / Abdiel Gallardo

Urna cineraria al Soldado

Desconocido / Abdiel Gallardo

En mi primera visita, a nivel de peatón, Rosario me dio la impresión de contar con una escala humana muy agradable, calles y bulevares arborizados de ritmo apacible invitan a caminatas de exploración para conocer la ecléctica arquitectura de sus cuadras, orientadas hacia la ribera del río Paraná, donde se encuentra uno de los mayores puertos fluviales del país, desde el cual se embarca la mayor parte de las exportaciones agrícolas de la nación austral. Además, sirve de emplazamiento para la Costanera de Rosario Centro, la cual -a lo largo de sus cinco kilómetros de extensión- comprende un malecón turístico con una interesante sucesión de plazas, parques, centros culturales e, incluso, un balneario en su sección norte, motivo por el que este paseo se ha convertido en uno de los lugares de encuentro favorito para los rosarinos, independientemente de la estación del año, ya que cuenta con muchos restaurantes y bares al aire libre en cuyas terrazas se aprecian vistas impresionantes del río y  los encantadores atardeceres de la ciudad.

Una de las joyas arquitectónicas de la ciudad es el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, erigido en el lugar donde el general Manuel Belgrano hizo ondear por primera vez la bandera de Argentina. Inaugurado en 1957, el complejo -de estilo clasicista despojado que resalta por su escasa ornamentación- fue diseñado en conjunto por célebres arquitectos y escultores argentinos por encargo del gobierno en 1940, a través de un concurso. Está comprendido por diferentes elementos de escala realmente monumental, entre los cuales se destacan una torre de setenta metros de altura con mirador en la cima, patio cívico, escalinata y un propileo de grandes dimensiones que sirve como entrada al Monumento y a la vez como refugio para la Urna Cineraria al Soldado Desconocido. En la década del noventa se anexó al conjunto monumental el Paseo Juramento, con un pasaje peatonal y espejos de agua en donde se han ubicado, finalmente, un grupo de esculturas de la artista Lola Mora, a quien se le encargó el diseño original de esta obra, pero -por prejuicios de la sociedad de la época- las mismas fueron descartadas y casi olvidadas.

Paseo Juramento y esculturas de Lola Mora / Abdiel Gallardo

Otro ícono de la ciudad es el Bulevar Oroño; como mencionábamos anteriormente, esta vía es una de las arterias más importantes de la ciudad. Fue inaugurada a mediados del siglo XIX como parte de un programa de embellecimiento de la ciudad y desde entonces fue escogido por muchas de las familias de clase alta de la región para establecer sus residencias y mansiones, es por esta razón que encontramos ejemplos de arquitectura con un alto nivel decorativo. En el centro de esta vía podremos recorrer un paseo peatonal donde, sin importar la hora del día, nos veremos acompañados de una gran cantidad de rosarinos haciendo deporte, paseando mascotas o en caminatas contemplativas, pues no solo se emplazan en este bulevar elegantes mansiones, sino que también allí tienen sede muchas instituciones públicas y privadas, por lo que tendremos la oportunidad de visitar diversos restaurantes, bares y cafés que promueven los encuentros sociales, especialmente, al caer la noche.
La cultura y el deporte son dos de los aspectos entre los cuales también se destaca la ciudad de Rosario. La cantidad importante de personalidades célebres tanto en la política, la academia, el deporte y en distintas disciplinas artísticas que comparten como origen esta ciudad, la han convertido en un polo de desarrollo cultural con gran reconocimiento en la región. En el mundo del deporte no podemos dejar de mencionar a Lionel Messi, quien -con sus múltiples balones de oro que lo han coronado como el mejor jugador de futbol del mundo por varios años consecutivos- es una de las celebridades más importantes que ha nacido en Rosario en las últimas décadas.

Terrazas sobre Costanera Centro / Abdiel Gallardo  

Basílica Catedral Nuestra Señora del Rosario / Abdiel Gallardo

Es bien conocido para nosotros los latinoamericanos, que la Argentina es el país de origen de grandes exponentes de la música en diferentes géneros, en mi caso he de confesar que desde muy joven he sido fanático del rock en español y cuál fue mi sorpresa al descubrir que en Rosario también nació Fito Páez, gran maestro de la ‘trova rosarina’, movimiento iniciado en la década de los ochenta; este fue capaz de cautivar a multitudes con sus composiciones melódicas que transmiten una melancolía muy profunda. De igual forma, la banda Vilma Palma e Vampiros, que han visitado Panamá en múltiples ocasiones, todas con gran éxito, tiene como origen la ciudad de Rosario.

Ernesto “el Che” Guevara es otro de los importantes personajes de la historia que nació en Rosario, pero esta vez se trata de un caso fortuito, ya que su familia alternaba residencia entre las ciudades de Buenos Aires y Caraguataí, provincia de Misiones, y fue en uno de sus viajes entre estas locaciones que llegó al mundo “el Che” obligando a la familia a parar en Rosario para que su madre pudiera dar a luz.

Este dato curioso que surge a partir del nacimiento de “el Che” no es el único con el que cuenta la ciudad, hay infinidad de otras curiosidades e historias que vale la pena relatar, solo espero que con este artículo haya logrado despertar su curiosidad de viajero y si deciden visitar la Argentina, no ignoren esta ciudad que logró conquistarme a mí y que, de seguro, los conquistará a ustedes.


Abdiel Gallardo / Arquitecto

Duabitad más que arquitectura y diseño


Las opiniones plasmadas en este artículo corresponden enteramente al autor del mismo, no representa la opinión de la empresa.