LA PERLA DEL DANUBIO, BUDAPEST

 

Budapest no es la primera ciudad en la que uno piensa cuando le mencionan Europa, pero no en vano se ha ganado el nombre de la Perla del Danubio, ya que el encanto que le regala el estar divida por el Danubio y su belleza arquitectónica la convierten en un destino que puede competir fácilmente con las grandes favoritas de Europa.

En las afueras de la ciudad, camino a Pest desde el aeropuerto, nos engañan mostrándonos una ciudad gris, con múltiples fábricas, edificios abandonados; pero una vez llegamos al centro de la capital, la sorpresa es grata cuando nos muestra una cara diferente, con un encanto que atrapa desde el primer instante, y que al verla iluminada en la noche a orillas del Danubio, te invita a dejar tus maletas y quedarte ahí para siempre.

La actual capital de Hungría, Budapest, fue en la antigüedad una ciudad imperial, fundada en 1873 a partir de la unión de 3 ciudades: Buda, capital de Hungría desde 1361; Obuda, a la orilla oeste del Danubio, y Pest en la orilla este del mismo, la cual se considera que existe como ciudad desde 1148. Estas tres ciudades convierten a Budapest en una ciudad llena de matices, con una arquitectura deslumbrante, bañada por el Danubio, el segundo río más grande de Europa; y la cual conserva vestigios de monumentos de diversas épocas y estilos como el gótico, romano y barroco, entre otros, que hablan de un pasado lleno de historia.

La más antigua de las tres ciudades es Obuda y, a su vez, la menos popular. Esta fue ocupada por las tribus celtas hasta que los romanos invadieron la región. Posterior a esto, los otomanos asumirían la dirección de la ciudad por más de 150 años y luego pasó a ser la capital del Imperio Austrohúngaro; todas estas culturas dejaron su huella en las distintas edificaciones que allí observamos.

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El icónico Parlamento de Budapest, La autora.

El icónico Parlamento de Budapest, La autora.

Iniciaremos nuestro recorrido con Buda, la cual es la histórica capital húngara. Está ubicada en una colina, con palacios, castillos y casas señoriales, alejada del bullicio de una gran urbe, conserva aún las callejuelas empedradas tan características de la ciudad medieval. Buda puede presumir de tener las mejores vistas panorámicas de Pest y del Danubio, permitiéndonos deslumbrarnos con las mismas.

 Entre sus principales joyas arquitectónicas destacan:

Castillo de Buda

También conocido como Palacio Real, ubicado en lo más alto de la colina que lleva el mismo nombre. Fue construido en el siglo 13 y era la residencia de los reyes de Hungría. Desde su construcción hasta la fecha ha sufrido numerosas modificaciones en su diseño original, el cual era de estilo gótico. Al ser invadida la ciudad por los turcos, los constantes combates produjeron grandes daños, por lo cual se tuvo que restaurar. Posterior a esto, en la Segunda Guerra Mundial, el mismo fue asilo de los soldados alemanes, y tanto su fachada como su cúpula fueron destruidas por los bombardeos y, por esto, en los años 50 se vuelve a reconstruir.

El edificio consta de una serie de alas que van de la A a la F, todas en torno al Patio del León, este último rodeado de la Biblioteca Nacional, la Galería Nacional y el Museo de Historia. En 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Bastión de pescadores

Sin duda, ofrece vistas inmejorables del Parlamento con el río Danubio en su frente, es considerado uno de los mejores miradores para contemplar la ciudad desde lo alto de la colina. Una gran plaza con una estatua central del rey Esteban I nos recibe para dar paso a recorrer sus terrazas y pasadizos que nos remontan a la época Medieval con su pintoresca arquitectura.

Su construcción, desde 1895 a 1902, fue supervisada por el arquitecto Frigyes Schulek. Es un conjunto de terrazas de estilo neogótico y neorrománico, con inspiración medieval, consta de 7 torres que representan las 7 tribus magiares que se asentaron en este territorio derrotando a los romanos que habían invadido la región, estas tribus colonizarían Aquincun, que luego pasaría a llamarse Obuda, posterior a esto edificaron dos ciudades más: Pest y Buda.

El Bastión tiene 140 metros de largo y debe su nombre a los pescadores que eran el grupo encargado de defender este enclave de murallas de la ciudad en la Edad Media.

 
Bastión de pescadores. La autora

Bastión de pescadores. La autora

 

Puente de Cadenas Széxhenyi

Para unir ambas ciudades existen 9 puentes, pero el principal y el más antiguo es el Puente de Cadenas Széxhenyi, el cual fue abierto al público en el año 1849, luego de 10 años de construcción, diseñado por el ingeniero británico William Tierney Clark. Sus dimensiones son 380 metros de largo y 14,8 metros de ancho.

Puente de Cadenas Széxhenyi. La autora

Puente de Cadenas Széxhenyi. La autora

Sus detalles arquitectónicos son de estilo neoclasicista y entre sus adornos destacan 4 leones en los extremos del puente; cuenta la leyenda que el día que fue inaugurado, un asistente mencionó que los leones no tenían lenguas, por lo que todos los invitados se burlaron, y el escultor Janos Marschalko se sintió tan avergonzado que se suicidó lanzándose del puente.

El puente que vemos en la actualidad es una reconstrucción del primero, el cual, en la Segunda Guerra Mundial, fue prácticamente destruido en su totalidad.

Puente de Cadenas Széxhenyi visto desde el Danubio, el Castillo de Buda al fondo. La autora.

Puente de Cadenas Széxhenyi visto desde el Danubio, el Castillo de Buda al fondo. La autora.

 

Continuamos el recorrido con la cara opuesta de Buda, Pest, una urbe más bulliciosa, donde se concentra la mayor parte de la población, centro económico de la ciudad, con una ajetreada vida social y que nos ofrece grandes avenidas, plazas y edificios con riqueza histórica.

Es una ciudad muy variada, solo cambiando de calle podemos tener perspectivas distintas de esta, por ejemplo, caminar por el barrio judío, al visitar la Gran Sinagoga, esta nos remonta a un pasado de guerra, muerte y sufrimiento; pero a dos calles, en el mismo barrio, edificios que guardan mucha historia de la misma época son ahora bares-discotecas que utilizaron las ruinas de una época oscura para renacer, más conocidos como bares ruinas, y así, la ciudad puede brindarnos perspectivas tan contrastantes.

Son muchos los edificios y lugares de gran interés que nos ofrece Pest, entre los cuales destacan:

El Parlamento

Es, sin duda, el edificio más emblemático y el más fotografiado en una visita a la ciudad, imponente a orillas del río Danubio, con mucha historia y de grandes dimensiones, que nos deja maravillados. La mejor forma de apreciar el Parlamento en toda su magnitud y esplendor es desde las embarcaciones que recorren el Danubio, ya sea de día o de noche, aunque apreciarlo en la noche es una experiencia inolvidable y única, nos deja maravillados poder mirar el edificio, con toda su iluminación, reflejado en las aguas del Danubio, imposible irse de Pest sin llevarse esta imagen en la memoria.

 
Parlamento de Budapest de noche. La autora

Parlamento de Budapest de noche. La autora

 

Este ícono de Budapest fue levantado entre 1885 a 1902, diseñado por Imre Steindl, y se construyó con el fin de conmemorar los 1000 años de la historia húngara, se tomó como modelo el palacio de Westminster, en Londres.

Con 268 m de largo, 123 m de ancho y una cúpula de 96 m de alto, junto a la Iglesia de san Esteban, son los edificios más altos de la ciudad. Su distribución es simétrica, formando una gran cruz en los espacios principales y una cúpula que se eleva en su intersección, dispone de 27 entradas, 29 escaleras y 13 ascensores, nos presenta una arquitectura con una mezcla de estilos neogótico, renacentista y barroco.

Al momento de iniciar su construcción, una solicitud de las autoridades fue que todo el material que se utilizara, técnicas y mano de obra, procediera de Hungría, la única excepción fueron las 8 grandes columnas de granito rojo, que ostentan 6 m de alto y 4 toneladas de peso, estas sostienen el techo de la escalinata, y procedían de Suecia.

El exterior es adornado con 90 estatuas y escudos de arma de varias ciudades, en su interior encontramos 152 estatuas y otras con motivos de fauna. El interior del Parlamento alberga uno de los tesoros más importantes para los húngaros: la corona que fue colocada al rey Esteban, el primer soberano de Hungría.

Para su decoración se utilizó oro de 22 y 23 quilates (más de 40 kilos).

En el interior, el lujo, el dorado y los detalles muy bien cuidados asombran al visitante. A pesar de que muchas áreas tienen acceso restringido, los espacios abiertos al público son de una belleza inigualable, se destaca su lujosa escalera principal, rodeada de detalles dorados  y cubierta por una alfombra roja. En la sala de la cúpula se encuentra parte de la historia de Hungría, mostrada con estatuas de los reyes del país, en su interior está custodiada la corona utilizada por el rey Esteban I, lastimosamente no se permite tomar fotos en la misma.

 
Interior del Parlamento de Budapest. La autora

Interior del Parlamento de Budapest. La autora

 

En su momento se destacó también por tener el sistema de ventilación y calefacción más moderno de la época. Este sistema aún funciona, consiste en una caldera instalada en un edificio cercano, en la cual circula el vapor caliente y llega a las distintas habitaciones a través de cámaras. En tanto, para enfriar el aire utilizaban conductos en el sótano, a los cuales les colocaban bloques de hielo.

Gran Sinagoga

Es considerada la segunda sinagoga más grande del mundo y la primera de Europa. Fue construida entre 1854 y 1859, su diseño es obra del arquitecto Ludwig Forster.

El edificio mide unos 26.5 m de ancho y unos 53 m de longitud. Destacan sus detalles arquitectónicos de estilo neomorisco. Dispone de dos cúpulas sobre las torres octagonales, las cuales realzan la fachada principal, ambas tienen aproximadamente 43 m de altura y una vidriera en forma de rosetón sobre la entrada principal.

Su estructura recuerda el diseño de las iglesias católicas, incorporaron muchos elementos que no se encuentran comúnmente en una sinagoga, como lo es el diseño de sus tres naves alargadas, púlpitos en ambos lados, el altar y órgano, esto debido a que la comunidad judía estaba tan integrada que no quería que su templo fuera un elemento diferenciador en la ciudad. Su interior está profusamente decorado, se utilizó gran cantidad de madera y mármol, otro distintivo más de las iglesias católicas, ya que las sinagogas generalmente suelen ser más austeras.

 
Interior de la Gran Sinagoga. La autora

Interior de la Gran Sinagoga. La autora

 

Exterior e interior de la Gran Sinagoga. La autora

La misma alberga diversos espacios que conmemoran la tragedia del Holocausto, como el Cementerio Judío, según la tradición judía nunca un cementerio debe estar situado en las inmediaciones de una sinagoga, pero en este caso no se cumple por una razón de peso, y es que en la zona donde está ubicada se congregaba el guetto judío durante la Segunda Guerra Mundial, y sus muros sirvieron de refugio para muchos judíos que no tenían hogar, pero durante la hambruna del invierno murieron más de 2000 personas  y tuvieron que ser enterrados en una fosa común en el patio de la sinagoga, posterior a esto se decidió rendir homenaje en sus patios y se convirtió en un cementerio de víctimas del Holocausto. Un detalle curioso que llamó mi atención al ver las tumbas fue que, a diferencia de la tradición católica, las tumbas no son adornadas con flores, sino con rocas, esto se debe a que en la tradición judía las rocas perduran en el tiempo, a diferencia de las flores.

En el mismo patio exterior se alza también un monumento llamado El árbol de la vida, esta escultura de metal representa un sauce llorón, cuyas hojas tienen grabados los nombres de los más de 40000 judíos húngaros víctimas del Holocausto.

 
El árbol de la vida. La autora

El árbol de la vida. La autora

 

La visita a esta Gran Sinagoga fue de mis favoritas, pero es inevitable no salir de ahí  con una mezcla de emociones que van desde el disfrute de su belleza arquitectónica y el pesar que causa saber que tras sus muros y sobre los patios que caminas yacen miles de cadáveres, víctimas de uno de los sucesos más tristes de la humanidad.

Catedral Basílica de san Esteban

Junto con el Parlamento son los edificios más altos de la ciudad. Con 96 m de alto es el edificio religioso más grande del país con una capacidad para 8500 personas. Su construcción se inició en 1851 y finalizó en 1905, y sus dimensiones son 87 metros de largo por 55 metros de ancho.

Su arquitectura es ejemplo de arquitectura neoclásica en Hungría, con una planta de cruz griega. Su fachada principal mira en dirección al Danubio, con una cúpula cuyo diámetro es de 22 m, con dos torres gemelas, dispone de seis campanas, la torre norte tiene 5 campanas, mientras que la torre sur tiene la campana más pesada (9 toneladas) y es la más grande de todo el país. Se eleva sobre tres niveles de cimentación, con dimensiones similares a la misma iglesia.

En su interior, la decoración se destaca por el uso de mármoles rojos y negros, y una suntuosa decoración, las numerosas estatuas que se encuentran allí son obras de los más importantes artistas húngaros. El altar principal fue inspirado en pinturas de Benczúr, y la estatua de san Esteban, en mármol blanco, la esculpió Alajos Stróbl. La misma hace honor al primer rey de Hungría, y en su interior se encuentra la mano momificada del monarca.

 
 

Catedral Basílica de San Esteban. La autora

Balneario de Szechenyi

Si hay  algo que se destaca en Budapest, después del Parlamento, son sus múltiples termas, ya que se asientan sobre una gran red de pozos de aguas termales, algunos alcanzan más de los 1000 metros de profundidad, es por esto que hay recintos termales en toda la ciudad, los habitantes los disfrutan durante todo el año, sin importar la estación de turno, quién se podría resistir a disfrutar de un baño en una piscina al aire libre en la cual la temperatura ambiente sea de 8 °C y dentro de la piscina el agua esté a más de 27 °C, la única parte difícil de la experiencia es al momento de salir de la piscina y entrar a los vestidores, pero el resto es una experiencia única.

Las termas de Szechenyi están entre los balnearios públicos más grandes de Europa y los más antiguos de Budapest, su inauguración ocurrió en 1913, en la época de la monarquía austro-húngara, el arquitecto encargado de la obra (de estilo neobarroco) fue Gyozo Czigler.

Su arquitectura majestuosa no solo brinda un sitio de esparcimiento y de terapia medicinal para el visitante, sino que también le regala una arquitectura llena de detalles, mármol en sus pasillos, mosaicos en sus paredes, tonos amarillos y blancos que combinan a la perfección con el turquesa de sus piscinas.

El balneario tiene 15 piscinas, 3 grandes al aire libre y 12 en el recinto interior. Estos baños aprovechan las aguas termales de carácter medicinal que brotan en dos fuentes, a 74 y 77 grados de temperatura, respectivamente.

 
Balneario de Szechenyi. La autora

Balneario de Szechenyi. La autora

 

Ir a Budapest y no disfrutar de uno de sus tantos balnearios es como no haber visitado la ciudad, son parte de esta y de la cultura de los húngaros.

El sistema de transporte de la ciudad tiene mucha historia que contar, el metro es el segundo más antiguo del mundo, se aprobó en 1870 y se inauguró en 1896. En el 2002, su línea 1 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

También cuenta con un tranvía que comenzó a funcionar en 1866 en la ciudad de Pest, el primero fue un sistema de tranvía de caballos. A finales del siglo XIX se instalaron vías para un sistema eléctrico. Hoy son 40 líneas las que recorren el centro de Pest.

Tranvía de Budapest. La autora

Sin duda, Budapest es una ciudad que le regala al visitante una variada oferta de sitios para disfrutar y conocer, y es que no solo tienes que entrar a sus principales sitios turísticos para observar una arquitectura exquisita, sus calles te regalan detalles increíbles con fachadas muy bien decoradas y labradas que dejan al turista deslumbrado por esta Perla del Danubio



Julieth Rodríguez / Arquitecta y viajera

Julieth Rodríguez / Arquitecta y viajera

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Las opiniones plasmadas en este artículo corresponden enteramente al autor del mismo, no representa la opinión de la empresa.