Cusco, ombligo del mundo

 

¿Qué es lo primero que pensamos cuando nos dicen Cusco? Probablemente, vengan a nuestra mente una serie de respuestas, ninguna incorrecta; pero todas son insuficientes para tratar de explicar o relatar todo lo que es Cusco.

Cusco es la capital cultural e histórica del Perú, situada al sur del país. Fue capital del Imperio Inca y una de las ciudades más importantes del virreinato del Perú.  En 1972, se le declara monumento histórico nacional del Perú y patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco en 1983.

Actualmente, en Cusco encontramos una de las mixturas, representaciones y manifestaciones culturales más grandes del país. Puede ser arquitectura, paisaje, arte, gastronomía, experiencias, comunidad, naturaleza y ciudad. Cusco puede ser todo lo mencionado anteriormente y más, todo depende de la perspectiva que tengamos en nuestra visita. Es una ciudad mágica donde encontraremos lo que queremos encontrar y donde, al recorrer sus calles, nos irá mostrando nuevas postales y perspectivas.

Con este escrito, quisiera transportarlos desde donde estén y llevarlos mentalmente a Cusco, una ciudad que ofrece más de lo ofrecido por la internet. Pasearemos por siete lugares que llenaron mi alma y me hicieron vibrar de forma única. Y -lo mejor- es que todas están dentro de la ciudad, sin largos viajes y con poco presupuesto.

Plaza de Armas y Catedral de Cusco
Recuerdo mi primer viaje a Cusco. Lo único que quería hacer era llegar a la Plaza de Armas, subir al atrio de la catedral y hacer un recorrido visual, girando sobre mi propio eje a 360°. Los invito a que cuando lleguen a este punto piensen que están en el punto de convergencia de los cuatro reinos del Imperio Inca, el ombligo del mundo: espacio que mantiene su carácter cívico-social desde aquella época hasta nuestra era. Observen las casas, los techos, los detalles arquitectónicos. Recorran la plaza por sus cuatro lados y reconozcan todos los ángulos de este lugar. Verán que cuando vuelvan a pasar por aquí se darán cuenta de que hay algo nuevo, quizás la hora o el clima, pero -recuerden- todo depende de nuestra perspectiva y de lo que esperamos encontrar.

 

Campanarios y cúpula de la Catedral de Cusco. Foto: Pablo Arango

Atrio y portada principal de la Catedral de Cusco. Foto: Pablo Arango

 

Fortaleza Sacsayhuaman
La fortaleza de Sacsayhuaman es un clásico en Cusco. Por lo general, está dentro del city tour obligatorio. Este lugar trasmite tanta fuerza a través de sus enormes bloques de piedra que uno llega a sentirse realmente pequeño. Si van después de las 2 de la tarde en un día soleado, podrán disfrutar del juego de sombras que la forma zigzagueante nos regala. He ido algunas veces; y en mi última visita descubrí un mirador con vistas a la ciudad de Cusco, que es hermoso. También me han comentado que en agosto suele ser el lugar ideal para volar cometa.

Primer nivel de la fortaleza de Sacsayhuaman. Foto: Daniel Martínez

Explanada de fortaleza de Sacsayhuaman. Foto: Daniel Martínez

Bosque de Qenqo
Es un bosque de eucaliptos situado a 20 minutos máximo de la plaza de Cusco, en las zonas altas de la ciudad. Este lugar transmite una magia y una energía muy fuertes, y esto podría explicarse debido a que alberga el complejo arqueológico de Qenqo, que en quechua significa laberinto, y al contacto directo con la naturaleza, que te regala una serie de texturas, sonidos, colores, olores y vistas espectaculares. Caminar entre sus senderos, ver la ciudad a lo lejos puede ser una de las experiencias más memorables. No importa el clima, si hay sol o hay lluvia, en ambos casos será una experiencia única.

Bosque de eucaliptos de Qenqo. Foto: Pablo Arango


Atardecer y lluvia en Qenqo. Foto: Pablo Arango

Mirador de San Cristóbal

Si hicieron el giro visual de 360° que les comenté, estoy seguro de que no dejaron pasar una colina colmada con las tejas de los techos coronada por una iglesia con una torre campanario; y si era de noche, los destellos de luz nos invitan a preguntarnos qué pasa en ese lugar. Cuando llegué -por primera vez- al mirador de San Cristóbal, faltaban pocas horas para el atardecer: es este uno de mis recuerdos favoritos de la ciudad. Se puede llegar a pie, tras una cuesta algo empinada, o en un taxi; pero los invito a que suban caminando y que disfruten el llegar, dar la vuelta e ir recuperando el aliento mientras se enamoran de la ciudad de Cusco. Quédense hasta que caiga la noche y observen la dinámica del lugar y el pasar de los transeúntes, distingan los diferentes colores del cielo y llévense consigo mismos ese video en sus memorias. Si van temprano, podrán subir al campanario de la iglesia.

Vista desde el mirador de San Cristóbal. Foto: Pablo Arango

Campanario y mirador de San Cristóbal. Foto: Pablo Arango

 

Barrio de San Blas

Hablar de Cusco y no hablar de San Blas es como venir a Perú y no comer cebiche o no tomar pisco sour. El barrio de San Blas es un lugar que nos puede deslumbrar con una arquitectura colonial llena de influencia andina. Hoy es uno de los barrios más turísticos de la ciudad que alberga a grandes artistas, galerías de arte, talleres y comercios que fueron naciendo en torno a su carácter pintoresco y vocación de artesanos. Pasear por sus calles es toda una experiencia, ir descubriendo las galerías, los talleres, los cafés, descansar en su plaza y seguir subiendo por sus cuestas, escaleras, tomarse fotos es un lindo plan.

 

Calle de San Blas. Foto: Portal Marriott Bonvoy Traveler

 

Monasterio de La Merced

Cusco alberga varias órdenes religiosas, entre ellas la Orden Mercedaria (1535), debido a que fue y sigue siendo una de las principales ciudades de lo que fue el Virreinato del Perú. Ubicada a un par de cuadras de la Plaza de Cusco, frente a la Plazoleta Espinar. En el monasterio de La Merced está su templo con características barrocas, los claustros del convento exhiben piezas donde destacan reliquias como lienzos procedentes de la escuela cusqueña de pintura, muebles coloniales, etc. El dramatismo de sombras que el claustro comunica es parte de la experiencia. Puntos de fuga, texturas y sombras es el resumen personal que puedo compartir con ustedes.

 

Campanario del monasterio de La Merced desde el 2do nivel. Foto: Pablo Arango

 

Detalle del claustro del primer nivel del monasterio de La Merced. Foto: Pablo Arango

Acueducto de Sapantiana

Uno de los atractivos ‘nuevos’ que ha sido muy bien aceptado por los turistas es el acueducto colonial de Sapantiana, el cual estuvo oculto por hierba y descuidado; sin embargo, tras una iniciativa comunal del barrio San Cristóbal, que lo alberga, se empezó su limpieza y difusión. Me pasó que cuando llegué al destino, según Google Maps, no sabía a dónde ir; y esto fue lo más bello, porque tuve que caminar por un sendero rodeado de hierbas, sin una visual clara del acueducto, que con el avance se iba presentando al visitante. Resaltan sus cuatro niveles, sus arcos y gradas que dan paso al agua, pero -sobre todo- que hasta hoy siga funcionando desde finales del siglo XVII, por encargo de la Orden Jesuita, y que aún le provea agua a la ciudad.

Primer plano del acueducto de Sapantiana. Foto: Daniel Martinez

Sendero y vegetación camino al acueducto de Sapantiana. Foto: Pablo Arango

En el 2022, la ciudad imperial de Cusco quedó dentro de los 25 mejores destinos turísticos del mundo, según la revista estadounidense Travel+Leisure, a través de la votación de los Word´s Best Awards, galardón que considera la experiencia y los puntos de vista sobre cultura, cocina, amabilidad, compras y valor general de la ciudad. Cusco es la puerta de ingreso a lugares alucinantes, desde aquí se puede ir a Machu Picchu, Paucartambo, la Ruta del Barroco Andino, el Mirador de Tres Cruces y la Montaña de Siete Colores, entre otros.

Desde Lima, los invito a descubrir Cusco, a su ritmo y a su manera. No existe una fórmula secreta ni una guía determinante de cómo conocer la ciudad. Simplemente, déjense llevar por la magia y el misticismo que tiene esta ciudad. Enamórense de ella. Llevo varias visitas, cada una distinta a la otra, en donde descubro Cusco de forma diferente y única. Siempre me voy con la misma sensación: ¿Qué me deparará Cusco en mi próximo viaje?


Daniel Martínez / Arquitecto y gestor cultural

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